Madre agotada

«Poco a poco, pierdo todo deseo: de hablar, de moverme, de ocuparme de mi marido, de mis hijos, de mi casa… Lo más difícil es empezar la jornada. Me despierto presa de la angustia. No tengo fuerzas para nada. Basta ya de esas obligaciones horarias, de ese ruido, de...