Joaquín Sánchez-Ruiz
Cuando era niño le diagnosticaron una cardiopatía, mientras sus amigos jugaban al balón. Con esta certeza precoz aprendió la amarga lección de la finitud, Como toda enfermedad resulta una pista de sanación, no le quedo más remedio para vivir plenamente, que intentar ensanchar el corazón. En ello se empeña a diario. Ha sido tratado durante tres años en terapia Bioenergética. Ha obtenido diversas becas para investigar en Alemania, ha traducido dos libros sobre arteterapia y por sus frecuentes viajes y sus lazos afectivos, se siente allí, y en otros muchos sitios como en su propia casa.